Del dolor sale la belleza

Las perlas, esos objetos duros y brillantes tan codiciados, surgen a raíz de la intromisión de una partícula de arena en el manto de algunos bivalvos como las ostras.

Como estrategia de defensa ante la irritación que provoca ese grano de arena, la ostra deposita capa tras capa de nácar hasta obtener lo que conocemos como perla.

Este proceso puede llevar muchos años hasta obtener una perla de un tamaño considerable como para formar un collar, de ahí su valor tan alto.

Se pueden obtener de forma natural, o de forma artificial colocando un pequeño trozo de plástico en el manto del animal.

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